La Santa Biblia
habla de la eficacia y necesidad de la oración:
"Pedid, y se os
dará, buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque quien
pide recibe, quien busca halla y a quien llama se le abre. Pues
¿quién de vosotros es el que, si su hijo le pide pan, le da una
piedra, o, si le pide un pez, le da una serpiente?. Si, pues,
vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros
hijos, ¡cuánto más vuestro Padre que está en los cielos, dará
cosas buenas a quien se las pide!". (Mt 7,7-11)
"Les dijo una
parábola para mostrar que es preciso orar en todo tiempo y no
desfallecer." (Lc 18,1)
"Tomad el yelmo de
la salvación y la espada del espíritu, que es la palabra de
Dios, con toda suerte de oraciones y plegarias, orando en todo
tiempo en espíritu, y para ello velando con toda perseverancia y
súplica por todos los santos." (Ef 6, 17-18)
"Aplicaos a la
oración, velad en ella con hacimiento de gracias." (Col 4, 2)
"Estad siempre
gozosos y orad sin cesar". (Tes, 5, 16-17)
"Doy gracias a
Dios, a quien sirvo, a ejemplo de mis progenitores; con pura
conciencia y sin cesar hago memoria de ti en mis oraciones noche
y día" (2 Tim, 1, 3)
"y lo que
pidiereis en mi nombre, eso haré, para que el Padre sea
glorificado en el Hijo" (Jn 14, 13)
"Si permanecéis
en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que
quisiereis y se os dará" (Jn 15, 7)
"... Cuanto
pidiereis al Padre os lo daré en mi nombre. Hasta ahora no
habéis pedido nada en mi nombre; pedid y recibiréis para que sea
cumplido vuestro gozo." (Jn 16, 23 - 24)
"Y la confianza
que tenemos en El es que, si le pedimos alguna cosa conforme con
su voluntad, El nos oye." (1 Jn 5, 14)
"Obligó luego a
los discípulos a subir en la barca y precederle a la otra
orilla, mientras El despedía a la muchedumbre. Una vez que la
despidió, subió a un monte apartado para orar, y llegada la
noche, estaba allí solo." (Mt 14, 22-23)
"Y
adelantándose un poco, se postró sobre su rostro, orando y
diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí este cáliz; sin
embargo, no se haga como yo quiera, sino como quieres tú." (Mt
26, 39)
"Aconteció por
aquellos días que salió El hacia la montaña para orar, y pasó la
noche orando a Dios." (Lc 6, 12)
"Aconteció como
unos ocho días después de estos discursos que, tomando a Pedro,
a Juan y a Santiago, subió a un monte a orar." (Lc 9, 28)
"Levantándose de
la oración, vino a los discípulos, y encontrándolos adormilados
por la tristeza, les dijo: ¿Por qué dormís? Levantaos y orad
para que no entréis en tentación." (Lc 22, 45)
"Habiendo ofrecido
en los días de su vida mortal oraciones y súplicas con poderosos
clamores y lágrimas al que era poderoso para salvarle de la
muerte, fue escuchado por su reverencial temor." (Heb 5, 7)
"El le miró y,
sobrecogido de temor, dijo: ¿Qué quieres Señor? Y le dijo: Tus
oraciones y limosnas han sido recordadas ante Dios." (Act 10, 4)